Thursday, July 20, 2006

Tuerca devuelta


En más de una ocasión el dibujar me ha significado una herramienta poderosa para establecer vínculos que creía imposibles de trazar. Aparece sorteando distancias insalvables. Siempre es la fórmula para superar el hastío, basta con tomar el lápiz y abandonarse un rato a su suerte para ver como se va tejiendo la fórmula de su encanto, de mi asombro. Siempre es alimento, gracias a esto es que ninguna carencia parece grave. Pero voy más allá de estas experiencias personales, hablo de lo que sucede cuando este ejercicio es el mediador con el entorno no solo en términos de traducción. Es el momento en que nos rescata y nos da la oportunidad, a pesar de todo, de obtener buenas lecturas incluso de aquellas situaciones que parecían las menos legibles.

Ejemplifico.

Desde hace un tiempo he visto crecer un gran cariño y amistad por un grupo de personas con la que regularmente regamos más de alguna conversación en algún bar.

Quedé un viernes de juntarme con ellos. mis amigos Javier, Pablo y Andrés para conversar después del trabajo. Javier me dice al celular que en la calle dieciocho hay un lugar llamado "La Cabaña" donde se encontrará Pablo con su hermana y unas compañeras de enfermería. No era lo que había imaginado en un comienzo, pero seguía sonando bien, luego agrega que Andrés no asistiría. Al poco andar por la calle dieciocho pude reconocer el "salón" de Pool que me serviría de punto de encuentro con Javier, pero no fue necesario esperarlo, ya que de inmediato, al costado reconocí "La Cabaña". Un antro de mesas y piso regados de cerveza. Humo y música empapelando el aire y las conversaciones. Me sentia como transplantado a mis veinte años, digo, a los tempranos veinte años. Mucho grito, mucha familiaridad efusivo-espontánea, música a full y ojos ardorosos. Esta no era en realidad la idea que tenía de la junta, no era que normalmente visitábamos. Un par de minutos parado en la puerta contemplando el panorama me brindaron la desazón suficiente como para abortar la misión. "Ya no estoy pa estos lugares!" me dije. Estaba a punto de irme cuando de pronto, desde una mesa al fondo del local, me reconoce Javier y me llama a gritos para que entre. Fue mi pase necesario al tugurio, ya que no quedaban mesas y el acceso estaba restringido a quienes tuviesen conocidos consumiendo en el interior.
Camino con dificultad, el orden de las mesas me hacen dudar de si existió pasillo alguna vez. El piso es de un barro amarillento y espumoso. Llego donde el grupo, saludo con dificultad peleando con el espacio, mi mochila, la parka y los abrazos. Conozco a sólo tres de unos 10. Con dificultad me hago de un asiento y dejo mis cosas en el suelo desconfiando de él.
Pasan los minutos y no logro habituarme, todo me es ajeno, se hace insoportable la asfixia en los ojos. Veo a Pablo, mi otro amigo, y festejo su "entusiasmo" con una de las compañeras de su hermana. Avanzan los minutos, el video Wurlitzer pasa de Alice in Chains a Rata Blanca, del Regeton a AC/DC. De pronto me cruzo con una mirada del otro lado de la mesa, le sonrió y saludo a la distancia. Preguntan por mi y Pablo me presenta como "un gran dibujante de cómics". Gracias por el favor Pablo. Surge entonces la Epifanía, Ella, la persona a mi parecer más atractiva del grupo me pregunta si acaso la podría dibujar...claro, demás- le contesto. "¿y me lo regalarías...?" agregó.

Creo que fue en ese momento que comenzó mi vínculo real con el entorno. Se presentó la clave para que la situación y su escenografía me dejasen de ser ajenos, comenzaron a mostrarse extrañamente atractivos y yo particularmente receptivo. Debía concentrarme, un rotulador negro, STAEDTLER, gastado, punta 0.1, era mi único recurso. Pasaron largos minutos en los que pude detenerme con gran dedicación en cada gesto, esperar ciertas pasividades, encontrar esencias, esperar sonrisas... entonces comienzo a traducir. Al llegar a ese lugar, el local de mala muerte me refiero, pensé que nada en claro podría haber sacado de visitarlo... luego sabría que a esa idea como un feliz error.

Y si es por seguir hablando de de errores, debo sumar el más doloroso de confesar. Regalé el retrato.

Thursday, July 06, 2006

¿Por que dibujar?

Estabamos con Clo en una mesa del barrio Brasil tomándo algo para refrescarnos de nuestra frustrada ida a ver Machasa, una obra de teatro a la que me invitó Sal y Lo, amigas diseñadoras. Pasó un rato en el pub (creo que era algo más que "shopería) y de golpe y porrazo ella me lanzó la pregunta. Personalmente me entretuve tanto por unos días buscando respuestas al tema, intruseando textos, que decido poner aquí el fruto de esa inquietud.

"Bueno, sigo creyendo en el destino cómo algo que constantemente esta operando modificaciones, no me refiero a una mirada arrogante que intenta suponer una regulación de los acontecimientos que se vendrán, estos deparan muchas alternativas, una ramificación, un efecto avalancha. Pero sea de manera más o menos previsora son muchos los factores que determinan el curso de las cosas, y parezco dar señales de un incontrolable desorden, pero lo que diferencia a este asunto del caos es que los caminos a tomar no están dados por el azar sino por una convicción, la de cada uno, al momento de elegir.

El Hado para mi no es un absoluto irrevocable que desde siempre me ha esperado con cada uno de sus sucesos en los momentos y lugares por los que constantemente me esta "coincidiendo". Y aclaro por cualquier suspicacia, que con esto no estoy diciendo que cada hecho de la vida pierda algún tipo de valor, los hechos no están ya resueltos, esa indefinición de lo futuro tanto como lo irrepetible de lo pasado da a la vida su valor de -única-.

Creo intuir que tu idea fuerza en este tema es El Destino como "lo inevitable" (corrígeme si estoy equivocado).

Sin embargo, y aquí me contradigo, la idea de ese destino inevitable, escrito desde siempre, de alguna manera ha estado presente. Cosas que he dicho como: "...lo hago porque no puedo parar, porque creo que si no me fuese permitido dibujar me tiro desde un décimo piso, me es imposible dejarlo" o "...no se si esto sea tan grave a ojos de todos, pero me es inevitable vivirlo de una manera que no sea esta" hablan que de alguna manera se asume de antemano muchas cosas que deberán suceder sólo de una manera producto de estas convicciones que parecen venir atadas junto a mí desde siempre. Algo que define causas, no consecuencias.

Creo que lo que me dices sentir como destino a mi me suena más a una "predeterminación" y que es uno de los conceptos con los que se suele confundir el destino. En palabras de los existencialistas: "la aceptación del pasado y el futuro".

Hablábamos el viernes y yo decía que se escribía el destino en el presente, que se relacionaba con una especie de doble dirección que adquieren las causas y efectos. Lo planteo desde un punto de vista de un tiempo lineal, irrepetible (a pesar de mis ejemplos o comentarios de novelas con viajes en el tiempo, que utilizan el tiempo de manera circular). Precisamente una de las frases que detonó este tema fue tu frase del viernes "me gustaría volver atrás en el tiempo".

Agradezco a mi amigo Bernier su iluminación al guiarme a través de esta inquietud recomendándome un texto. A continuación un fragmento de "El jardín de los senderos que se bifurcan", cuento de Borges:
"El jardín de senderos que se bifurcan es una imagen incompleta, pero no falsa, del universo tal como lo concebia Ts'ui Pên. A diferencia de Newton y de Schopenhauer, su antepasado no creía en un tiempo uniforme, absoluto. Creía en infinitas series de tiempos, en una red creciente y vertiginosa de tiempos divergentes, convergentes y paralelos. Esa trama de tiempos que se aproximan, se bifurcan, se cortan o que secularmente se ignoran, abarca todas las posibilidades. No existimos en la mayoría de esos tiempos; en algunos existe usted y no yo. En éste, que un favorable azar me depara, usted ha llegado a mi casa; en otro, usted, al atravesar el jardín, me ha encontrado muerto; en otro, yo digo estas mismas palabras, pero soy un error, un fantasma."

Luego...

"Me detuve, como es natural, en la frase: Dejo a los varios porvenires (no a todos) mi jardín de senderos que se bifurcan. Casi en el acto comprendí; el jardín de los senderos que se bifurcan era la novela caótica; la frase varios porvenires (no a todos) me sugirió la imagen de la bifurcación en el tiempo, no en el espacio. La lectura general de la obra confirmó esa teoría. En todas las ficciones, cada vez que un hombre se enfrenta con diversas alternativas, opta por una y elimina las otras; en la del casa inextricable Ts'ui Pên, opta--simultáneamente--por todas. Crea, así, diversos porvenires, diversos tiempos, que también proliferan y se bifurcan."

destaco en negrita parte del último párrafo que me interesa e identifica. Ej: "Mi destino es siempre estar dedicado a dibujar, opto por ello, elimino otro tipo de vidas que no consideren esta alternativa". No se en que tipo de efectos se traduzca esto. Me cuesta creer que el premio a la mejor obra en el Salón del cómic de Angouleme 2007" me esta esperando desde siempre un día y una fecha específica. No por mis capacidades sino por escepticismo frente a la idea del determinismo de lo inevitable.

Concluyo por ahora, para mi el Destino no es un fin, sino una serie de causas y efectos que trazan una linea en constante construcción."


Bueno, creo que el texto aún funciona conmigo, sigo pensando de la misma manera.